Para entender con claridad el surgimiento de la República Popular China, es
importante entender el contexto que había en el país y las causas de la
revolución.
En 1937, debido a que el gobierno chino no reconocía la independencia del
territorio de Manchukuo, existía una gran tensión entre China y Japón, que
sumada al ansia expansionista del último, desemboco en una guerra el 7 de julio
entre ambos países en la que el KTM (partido que por entonces gobernaba en
China) y el Partido Comunista tuvieron que unirse pese a las reticencias
iniciales del KTM.
Gracias a una serie de ofensivas realizadas por el ejército chino y a la
intervención del Ejército Rojo soviético en la zona de Manchuria el 8 de agosto
de 1945, el ejército japonés fue expulsado del territorio chino.
El resultado no fue una situación mejor, las diferencias entre el KTM de
Chiang Kai-shek y el Partido Comunista de Mao Zedong provocaron una guerra
civil.
Pese a la ayuda de Estados Unidos al KTM, los comunistas, establecidos en
el norte del país, avanzaron hacia la zona de Pekín, ciudad en la que entraron
sin violencia debido al apoyo popular el 31 de enero de 1949 y a la que
cambiaron el nombre por el actual Beijin (“capital
del norte”).
El 26 de mayo la derrota del KTM era evidente, Chiang decidió establecer su
capital en Taiwán (que a día de hoy
sigue siendo independiente) y el 1 de octubre, Mao proclamaba la República
Popular China en la plaza de Tian´anmen.
A partir de este momento, los cambios fueron evidentes, se establece
definitivamente la capital en Pekín y se cambia la bandera a una roja con una
gran estrella en la esquina superior izquierda, como icono comunista, que está
rodeada por otras 4 estrellas más pequeñas, que representan las diferentes
clases sociales en China.
La llegada al poder del Partido Comunista puso fin a décadas de guerras,
pero se debían trazar unas líneas políticas y una serie de objetivos que
permitieran la reconstrucción del país, que había quedado devastado. Este programa
se diseñó el 12 de septiembre en la Conferencia Consultiva Política Popular.
Además, el poder quedaba repartido entre los 44 miembros del Comité Central y,
en última instancia, entre los 5 pilares de la revolución: Mao Zedong, Liu
Shaoqi, Zhou Enlai, Zhu De y Chen Yu (muchos de los cuales habían combatido
también en la Segunda Guerra Mundial).
Las reformas consistieron en la expropiación de las tierras a los grandes
terratenientes, una nueva ley del matrimonio que daba mayores derechos a las
mujeres y la erradicación de la prostitución y de la adicción al opio (dos de
los mayores problemas del país en aquel momento).
Siguiendo el modelo de la URSS, se decidió aplicar un plan quinquenal que
establecería los objetivos agrícolas e industriales para los próximos cinco
años, pero las diferencias cada vez mayores entre China y la URSS (debido al
nuevo líder soviético, Nikita Jrushchov) y una serie de problemas internos
hicieron que China tuviera que abandonar el modelo soviético y se desarrollase
el llamado Gran Salto Adelante, priorizando
la industria del acero, lo que en un principio resulto todo un éxito,
pero que más tarde provocaría la Gran Hambruna China y sería el mayor desastre
del gobierno de Mao.
El legado de Mao es perceptible hoy en día, fue capaz de reducir el
analfabetismo, que en 1949 era del 80%, a
menos del 6%, aumentó la esperanza de vida, que paso de ser 35 años a
70, reconstruyó el país y lo convirtió en una gran potencia mundial con una
potente industria en un tiempo récord, además, acabó con la corrupción, no solo
del gobierno del KTM, sino dentro de su propio partido con medidas como el
Movimiento de las 100 Flores, en el que aceptó críticas externas al partido y
tomó medidas en consecuencia.
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